HabÃa
una
vez
un
gato
negro
que
miraba
a
la
luna
porque
le
gustaba
mucho
mucho
el
gato
querÃa
alcanzarla
alcanzarla
porque
le
parecÃa
parecÃa
muy
bonita
un
dÃa
subió
y
subió
por
un
árbol
para
poder
tocarla
tocarla
pero
no
lo
logro
logro
cansado
se
quedo
dormido
en
al
árbol
y
al
despertar
el
sol
habÃa
salido
y
la
luna
ya
no
estaba
pero
quedo
complacido
complacido
al
saber
que
no
era
necesario
necesario
tocarla
tocarla
para
quererla
quererla
y
que
ella
siempre
estarÃa
para
él.
él.
Twitter
Facebook